- Rectores de las universidades de España y Portugal, así como representantes del Gobierno de ambos países y de la Comisión Europea, debatieron sobre la implementación de los temas de igualdad de género en el ámbito de la investigación y en los futuros programas europeos

Madrid, 17 de octubre de 2017. El pasado 17 de octubre se celebró en Bruselas, en el marco de las actividades organizadas por la Oficina Europea Crue‐CRUP, y en colaboración con la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea, el seminario «¿Qué futuro quieren las mujeres científicas?». En la jornada se abordaron de forma transversal las cuestiones de género en los programas de investigación e innovación, así como la estrategia de la Comisión europea para fomentar el equilibrio de género en los equipos de investigación, con el objetivo de asegurar este equilibrio en la toma de decisiones y la integración de esta dimensión en la investigación e innovación.
El evento contó con la asistencia de la Secretaria de Estado de I+D+i, Dª Carmen Vela, y su homóloga portuguesa, la Secretaria de Estado de Ciencia, Tecnología y Educación superior, Dª Fernanda Rollo. Asimismo, se contó con la participación del Gabinete del Comisario Moedas, con la Eurodiputada Dª Soledad Cabezón y con la Directora General de Presupuestos de la Comisión Europea, Dª Nadia Calviño, entre otros responsables de investigación y políticas de género de la Comisión europea.
En su intervención, María Fernanda Rollo, secretaria de estado de Ciencia, Tecnología y Educación Superior de Portugal habló sobre cómo construir un entorno propicio para las científicas y sobre las ventajas de un entorno más plural en la investigación. «En Portugal, tenemos una evolución muy favorable de cómo han avanzado las mujeres, con cada vez más peso en la sociedad portuguesa. Pero aunque haya más tituladas universitarias, esta tendencia no se ve ni en la docencia ni en la investigación, donde seguimos por debajo de la media europea aunque con una ligera mejora en 2015 y 2016. Se necesita más inversión acompañada de una mayor responsabilidad. No se puede acallar ni el talento ni el valor competitivo, lo que tenemos que construir es igualdad de oportunidades en el liderazgo, apostar por medidas que faciliten esto. Pero si queremos cambiar, tenemos que actuar a nivel global en colaboración con otros países para fomentar un sistema que sea accesible, abierto y democrático».

La secretaria de Estado de I+D+i de España, por su parte, explicó que la Comisión Europea «debe estar orgullosa de haber liderado la cuestión de género». Y recordó que esta institución ha sido capaz de liderar un tema que a principios de los 90 no estaba en la agenda de ninguno de los países. Centrándose en España, Carmen Vela destacó que «estamos en promedios ligeramente por encima de la media europea en áreas como las publicaciones en Ciencias de la Vida y en Ciencias Sociales, según el Gender Equality Index, y un poco por encima de la media en valores como el trabajo, poder o salud. Las investigadoras son el 39% del total, casi en zona de equilibrio (40%-60%), y por encima de la media europea, que es el 33%. Pero queremos la igualdad. Aunque entran más alumnas que alumnos en las universidades, e incluso son más las egresadas que los egresados desde hace años, no superamos el techo de cristal del 21% de catedráticas. Cuando se asciende en la carrera profesional las mujeres van cayendo, y no por tener hijos. Se nos penaliza. Es más, se ha comprobado que la presencia o no de mujeres en los tribunales tiene un impacto directo, ya que por cada mujer que falta en un tribunal, la aspirante tiene un 14% menos de probabilidad».
Esta tendencia de las mujeres fue avalada por María da Graça Carvalho, ex ministra de Ciencia de Portugal, que reconoció que en su país más del 50% de graduados y profesores asociados son mujeres, pero que sin embargo, «según se avanza, el porcentaje de catedráticas va cayendo».
Sobre los avances de España en igualdad de género, Carmen Vela destacó «la ley orgánica de 2007 sobre Igualdad entre hombres y mujeres, para que los temas de género no dependan del interés personal de un presidente, un ministro o un consejero y, si decae con el siguiente equipo de Gobierno, todo se retraiga y haya que volver a empezar. Tener una ley es un valor».
En cuanto al equilibrio de género, la secretaria de Estado insistió en que «no es una cuestión solo de porcentajes. En España, todos los proyectos de investigación que se solicitan tienen que explicar si tienen impacto de género. La colaboración de todos es muy importante. Tenemos que hacer buena ciencia, que resuelva los problemas de los ciudadanos, y no la haremos si los temas de género no están implementados». Y terminó Carmen Vela con una cita de Concepción Arenal: «Todas las cosas son imposibles mientras lo parecen».
Del éxito de las mujeres en la obtención de proyectos de investigación, presidente del European Research Council, Jean Pierre Bourguignon, dio el siguiente dato: «La tasa de éxito, de un 40%, fue superior en 2017 en las mujeres en Ciencias de la Vida, Física, Ingeniería, Ciencias Sociales y Humanidades».
Por su parte, la directora general para presupuestos de la Comisión Europea, Nadia Calviño, resaltó que «la igualdad de género debe estar integrada dentro de todas las decisiones políticas. No como un único programa sino como principios inspiradores. Queremos generalización, seguir insistiendo en la igualdad de género en todas las políticas. No queremos un programa específico para el género».
La jefa de unidad de la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea, Ana Arana, se encargó de darle a las cuestiones de género una perspectiva «no solo de justicia social, sino también económica». Y para ello remarcó que «está demostrado en el sector privado que cuando se integran las cuestiones de género, mejoran los resultados. Y en el campo de la investigación se está viendo lo mismo. Conviene no olvidar que las mujeres son más del 50% de la población; no se puede renunciar a ese potencial».
La rectora de Granada, Pilar Aranda, se mostró optimista respecto al futuro. Y destacó que muchas de las cuestiones de género están reflejadas en el Programa Marco 9. «Aún recuerdo cómo nuestros compañeros se reían en España cuando tenían que responder la pregunta de si su proyecto tenía integrada la pregunta de la cuestión de género. Hemos avanzado, pero tenemos que seguir con la política de discriminación positiva. En 2015 yo era la única rectora, ahora hay 4 rectoras en la universidad pública y 7 en la universidad privada. Y yo les insisto a mis compañeros rectores que visibilicen más a esas mujeres que ahora tienen de vicerrectoras, de decanas o de directoras de departamento».
Cerró la jornada la rectora de la Universidad de Évora (Portugal) subrayando que «solo se conseguirá integrar la cuestión de género si seguimos debatiendo sobre ella. Sigo diciendo que las mujeres se asustan más rápido y que los hombres tienen más capacidad de liderazgo. Pero nosotras tenemos una capacidad diferente cuando aprovechamos todo nuestro potencial. La sociedad debe investigar para sí misma y debe aprovechar todo su potencial sin relegar a las mujeres. Es en beneficio de todos, no solo de las mujeres».