
Vigo, 24 de noviembre de 2025. Las universidades españolas, representando el 75% de la investigación del país, reunidas del 18 al 20 de noviembre en las XXXI Jornadas de Investigación organizadas por la sectorial de I+D+i de CRUE, manifestamos nuestra firme voluntad de continuar siendo un pilar esencial en el avance del conocimiento, la innovación y el desarrollo sostenible de nuestra sociedad.
Durante estos días hemos compartido preocupaciones y experiencias relativas a las funciones vinculadas con la generación de conocimiento, su transferencia y gestión. Además del trabajo de las redes que configuran la sectorial -RedOE, Rebiun, RedOTC, RedUGI, y RedDivulga- que han abordado temas de cada uno de sus ámbitos específicos, el programa ha incluido los asuntos de mayor relevancia para comprender la forma de hacer frente a nuevos desafíos en la misión de liderar la investigación e innovación y contribuir al desarrollo social y económico en nuestro país: el desarrollo, uso y transmisión de resultados de investigación “dual use”, la financiación europea, nuevo Programa Marco, la atracción de talento, la perspectiva de género en la investigación y la transferencia y los avances en CoARA, entre otros.
Desde nuestro compromiso con el progreso científico y tecnológico, la formación de talento y la transferencia de conocimiento, bajo la dirección del presidente de Crue-I+D+i y rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Julián Garde López-Brea, los vicerrectores y vicerrectoras de investigación y transferencia de las 77 universidades españolas que conforman CRUE han aprobado el siguiente comunicado que trasladamos a las administraciones públicas, a los agentes del sistema de I+D+i y a la sociedad en su conjunto:
- Urgente necesidad por parte del gobierno de España de una convocatoria estable del sexenio de transferencia. Tras la convocatoria piloto realizada en 2018, el sistema universitario sigue esperando la institucionalización de un mecanismo regular de evaluación y reconocimiento de la actividad de transferencia del conocimiento. Al igual que la creación del sexenio de investigación nos llevó a ocupar puestos de relevancia en la producción científica mundial, tenemos la seguridad que este instrumento podrá actuar como incentivo y orientar el comportamiento del personal investigador hacia la mejora de los indicadores de transferencia. Esta dimensión, clave en la interacción entre ciencia y sociedad, requiere estabilidad normativa y compromiso institucional.
- Preocupación por el futuro de la financiación pública de la I+D+i. Después de unos años en los que los fondos Next Generation han supuesto un incremento de la financiación de la investigación, percibimos con incertidumbre la finalización de los mismos. Los últimos datos publicados por el INE muestran que el gasto interno en I+D de Administración Pública y Universidad en 2024 alcanzó el 0,64 % del PIB, muy por debajo del objetivo comprometido por el Ministerio de Ciencia e Innovación de alcanzar el 1,25 % del PIB en inversión pública para 2030. Es imprescindible garantizar una financiación pública suficiente, estable y plurianual, que asegure la continuidad de las líneas estratégicas de investigación y transferencia, evite la pérdida de talento y permita mantener la competitividad internacional de nuestras universidades. La inversión en ciencia no debe depender exclusivamente de fondos europeos; es una responsabilidad estructural del Estado y Comunidades Autónomas.
- Necesidad inaplazable de desburocratización. La excesiva carga administrativa en la gestión de la investigación resta eficiencia, agota recursos humanos y dificulta la captación y ejecución de fondos competitivos. Es fundamental avanzar hacia una gestión más ágil, digitalizada y orientada a resultados y basada en la confianza, que permita centrar los esfuerzos del personal investigador y gestor en el impulso real de la I+D+i. Lamentablemente, el sentimiento generalizado de la sectorial es que no se ha avanzado nada en estos últimos diez años en esta línea, situación que, además, afecta negativamente a la atracción y retención del talento.
Reclamamos una política científica coordinada, transparente y estable, que tenga en cuenta la voz de las universidades como actores principales del sistema de ciencia y tecnología. Las universidades no solo forman a los futuros científicos y científicas, sino que tienen un papel relevante en la producción científica nacional y en la mejora de la competitividad del sector empresarial a través de la colaboración en proyectos y la transferencia de conocimiento.
Desde Vigo, reiteramos nuestro compromiso con una universidad al servicio de la sociedad. Invitamos a todas las administraciones e instituciones implicadas a sumar esfuerzos en la construcción de un ecosistema de investigación robusto, eficiente y sostenible.
