«El Consejo de Desarrollo Sostenible será absolutamente inviable sin las Universidades»

Aranjuez, 26 de octubre de 2018. ​​Crue Universidades Españolas entrevistó a la Alta Comisionada del Gobierno para la Agenda 2030 durante las V Jornadas del Observatorio para la Cooperación Universitaria al Desarrollo (OCUD). Cristina Gallach destacó el «papel fundamental» que Crue ejerce como «responsable institucional del mundo universitario». 

¿Cuál es el papel de la universidad en la implementación de la Agenda 2030 y cuáles son los retos más importantes que deben afrontar las universidades?

Yo veo varios papeles. Las universidades son instituciones que están y deben estar al servicio de la sociedad. Movilizan ciencia y científicos; tienen profesionales extremadamente preparados, los profesores, y además la riqueza de los alumnos. Por tanto, todos esos niveles –científicos, profesorado y estudiantes– tienen un papel clave para la difusión de la Agenda 2030, para ofrecer una visión global. No se trata solo de identificar los Objetivos de Desarrollo Sostenible que hemos alcanzado, sino de asumir los compromisos de acción en cada una de las facetas de trabajo. Por tanto, a mí me parece que las universidades van a asumir esta función social si asumen el liderazgo y la responsabilidad que les compete en la consecución de una agenda global de transformación. 

¿Qué iniciativas o medidas pueden ser positivas para que aterricen todas las ideas y objetivos de la Agenda 2030 en las universidades?

En primer lugar, hay que organizar desde los aspectos más corrientes –por ejemplo, cómo se relaciona el Campus con su medio ambiente– hasta los asuntos más estratégicos –qué tipo de investigación se quiere hacer, con qué recursos y con qué alianzas– para poder ejercer esa transformación al más amplio nivel y ser más eficaz. Como en todo, hay que hacer un plan: analizar la visión, los trabajos que hay que realizar y empezar a actuar en un «multinivel», definiendo períodos largos y cortos. Yo creo que, para las universidades, que son espacios de visión y de acción, no es un trabajo fácil, pero es asumible. 

Durante su intervención en las jornadas OCUD, recordaba que en los próximos meses se pondrá en marcha el Consejo de Desarrollo Sostenible, un espacio participativo que contará con los actores sociales. En este sentido, afirmaba que «Crue Universidades Españolas es una pieza clave por su papel en la Educación Terciaria». ¿Cuál podría ser el papel de Crue? 

La administración o las administraciones públicas de España –tanto la Administración General del Estado como las autonómicas y las locales– tendrán que asumir un papel de liderazgo político, tendrán que llevar a cabo la ejecución de la visión de la Agenda 2030 a diferentes niveles. Después, la sociedad tendrá que estar asociada al día a día y a esa visión. El espacio donde la sociedad deberá intercambiar ideas es este Consejo de Desarrollo Sostenible, que deberá actuar a largo plazo y habilitar momentos concretos para emitir veredictos, comentarios y poder influir. El Consejo de Desarrollo Sostenible será absolutamente inviable sin la voz y la visión de las universidades y cuanto más centralizada esté, mejor. En este sentido, Crue Universidades Españolas ejerce un papel fundamental como responsable institucional del mundo universitario. Vaticino que, en cuanto tengamos el Consejo de Desarrollo Sostenible, Crue Universidades Españolas alzará su voz y no solamente eso: presentará acciones concretas, sugerencias específicas, formulaciones de proyectos a medio y largo plazo que serán muy transformadores. 

Afirmaba también que «no tenemos derecho a decir a los jóvenes que van a tener un mundo peor al que hemos tenido nosotros». ¿Cree que conseguiremos implementar la Agenda 2030? ¿Cómo será España dentro de doce años? 

Voy a hacer todo lo posible para que esta Agenda se cumpla, pero es un trabajo individual y colectivo. Yo asumo mi responsabilidad como ciudadana y la asumiré mientras sea Alta Comisionada del Gobierno, pero necesitamos una concienciación global, pensar que es posible. Entre otras cosas porque no hay alternativas. En primer lugar, no hay alternativa medioambiental porque el tipo de desarrollo que hemos tenido en los últimos cuarenta años nos dice que es imposible que el planeta pueda aguantar y que los otros continentes se puedan desarrollar de la misma manera que nosotros. Tenemos que cambiar el modelo de desarrollo. En segundo lugar, estamos viendo que la globalización ha generado choques sociales, económicos y medioambientales que no son ni los deseados ni los que podemos aguantar como individuos y como planeta. Por tanto, necesitamos un compromiso y una acción muy compleja. Pero, si algo puedo decir como Alta Comisionada es que, en estos cien días que llevo en el cargo, es que hay tantas ganas y tanta voluntad de formar parte del proceso de cambio que no tengo ningún motivo para pensar que no vamos a hacer todo lo posible para lograrlo.