Crue destaca el papel de científicas y tecnólogas para convertir a las universidades en polos de desarrollo económico

Madrid, 8 de octubre de 2021. La nueva Delegada de Crue para Políticas de Igualdad y rectora de la Universidad de Huelva, María Antonia Peña, presentó a científicas y tecnólogas la estrategia de Crue Universidades Españolas para «transformar los campus universitarios en polos de desarrollo económico desde una perspectiva integral», mediante la participación de las universidades en el Plan de Recuperación del Gobierno, concretamente en el reparto y utilización de los fondos Next Generation.

Durante su participación en la clausura de la XX Asamblea de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT), la rectora subrayó el papel de las mujeres, especialmente el de las investigadoras de todas las áreas de conocimiento, para «liderar el cambio y la reactivación de la economía». Asimismo, indicó que las propuestas de Crue presentadas al Ejecutivo para que los campus sean vectores de transformación se centran en el «fortalecimiento» de las instituciones y de las personas que las integran, «incluyendo la perspectiva de género».

«En todo este proceso, las universidades no podemos olvidar nuestro papel referencial, como organismos que deben abanderar también la defensa de determinados valores vinculados al compromiso social, la justicia y la inclusión», subrayó la rectora de Huelva, que añadió que cualquier iniciativa de fortalecimiento de las estructuras de la ciencia y el conocimiento debe integrar las políticas de igualdad «no solo como un elemento éticamente inexcusable, sino como un instrumento claro de mejora de la labor de las universidades labor que las acerca más al éxito».

La delegada de Igualdad de Crue insistió en el «compromiso proactivo» de Crue para la reducción de las brechas entre hombres y mujeres, que, según indicó, debe iniciarse con una labor previa de análisis y diagnóstico, que deben asumir los Planes de Igualdad de las universidades, así como la implementación de medidas de conciliación, formación para el liderazgo, discriminación positiva y mentoring.

Asimismo, apuntó que estos programas de igualdad deben abordar las «problemáticas» de la mujer profesora, investigadora y tecnóloga, pero también «incidir en la orientación del estudiantado, procurando disminuir la masculinización y feminización de determinadas titulaciones y áreas de conocimiento, contribuyendo al prestigio de las áreas feminizadas y adoptando políticas que nos conduzcan al aprovechamiento íntegro de los talentos femeninos».

Por último, afirmó que el reto que la Universidad quiere asumir es «formidable», pero advirtió de que, para alcanzar ese objetivo, se necesita «todo el talento» y, en especial, el que aportan las investigadoras y tecnólogas: «No tenemos duda de que contaremos con vuestro apoyo para colocar a la investigación y la innovación como vanguardia de la recuperación económica, la transformación social y la resiliencia».