Granada, 6 de junio de 2022. La nueva delegada para Políticas de Igualdad de Crue Universidades Españolas y rectora de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Amaya Mendikoetxea, ha afirmado que para acabar con la brecha de género que existe en las disciplinas STEM es necesario actuar desde edades tempranas. Según ha advertido durante su participación en el debate de Innovatia 8.3, celebrado este lunes en la Universidad de Granada, «la influencia de los estereotipos de género empieza a consolidarse con fuerza» en las primeras etapas educativas.
La nueva delegada de Igualdad ha compartido mesa con su predecesora en el cargo y la vocal del Comité Permanente, rectora de la Universidad de Huelva, María Antonia Peña, y la rectora de la universidad anfitriona de este evento, Pilar Aranda. Todas ellas, han coincidido en este debate titulado «La Igualdad en la Ciencia» en su diagnóstico de los problemas, causas, retos y posibles soluciones para mejorar el emprendimiento femenino, aumentar la participación de mujeres en las áreas científicas y tecnológicas e impulsar su capacidad de liderazgo en la universidad española.
«Necesitamos incorporar a más personas a disciplinas STEM para poder dar respuesta a la digitalización y tecnologización de la sociedad. Si el número de mujeres se igualara al de hombres, avanzaríamos mucho en cuanto a la formación de personas que se necesitan para los nuevos retos», ha subrayado la rectora de la UAM, que ha recordado que los informes internacionales señalan que solo hay un 30% de mujeres en puestos de trabajo en los que se requieren conocimientos técnicos. «Esto implica pérdida de talento», ha aseverado.
Además, ha señalado que «tan preocupante» es que no haya mujeres en Física, Matemáticas y en mayor medida en Ingeniería, como que no haya hombres en las disciplinas asociadas a los cuidados o a la Educación y Psicología porque, según ha alertado, «esta infrarrepresentación en estas disciplinas tiene también consecuencias negativas en las mujeres».
Mendikoetxea ha realizado un análisis sobre la inclinación de las niñas hacia asignaturas STEM en la Educación Segundaria Obligatoria, pasando por Bachillerato hasta llegar a la Universidad, donde solo hay un 25% de mujeres en los estudios de Grado relacionados con estas áreas. También ha enumerado las implicaciones positivas que tiene el aumento de mujeres en carreras STEM: «en general, aportan talento y diversidad en la forma de trabajar; son percibidas como más colaborativas, menos competidoras y dispuestas a aceptar otros puntos de vista». Y, por último, ha precisado que la presencia de mujeres en la inteligencia artificial y en los algoritmos «evita sesgos de género».
