El 8 de marzo de 2023, como cada año desde que la ONU lo declarase un día internacional para conmemorar la lucha por la no discriminación de las mujeres en todo el mundo, debemos reflexionar sobre las condiciones que mantienen brechas y desigualdades que limitan a las mujeres el ejercicio de los derechos y libertades e impiden la consecución de la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres.
El lema escogido por la ONU para 2023: Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género interpela especialmente a quienes tenemos responsabilidades en el ámbito educativo. La Universidad es clave para un desarrollo tecnológico que permita la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, eliminando los sesgos de género en el ámbito digital y en el desarrollo de la IA, desde un pensamiento crítico que amplíe el conocimiento y el acceso a la tecnología.
Asumimos el reto de generar y transferir un conocimiento libre de estereotipos y roles de género, con proyectos de innovación que impulsen los valores democráticos y el uso y desarrollo de tecnologías para la igualdad de oportunidades. Esto conlleva la introducción de la perspectiva de género en la docencia, la investigación y
la transferencia, de forma específica y transversal. Solo así podremos contribuir a evitar que se mantengan las brechas salariales, digitales y de cualquier otro tipo, provocadas por las discriminaciones múltiples que sufren las mujeres.
Las mujeres apenas representan un 13% en los estudios de ingeniería y tecnología y un 18% en el sector laboral relacionado con estos campos. Estas disciplinas, como el resto de las materias STEM, representan las profesiones del futuro y son un factor clave para el progreso tecnológico, el desarrollo inclusivo y sostenible y el crecimiento económico. Nuestras sociedades necesitan más profesionales STEM, hombres y mujeres. Para ello, es necesario combatir los estereotipos de género, desarrollar políticas de Igualdad que tengan en cuenta las características del ámbito tecnológico y fomentar la corresponsabilidad en los cuidados.
En el ámbito universitario y científico, estas políticas corresponden a las Unidades de Igualdad a través de la elaboración y seguimiento de los planes de igualdad que incorporan acciones de formación y sensibilización, así como de corresponsabilidad en los cuidados y de medidas para la erradicación de violencias contra las mujeres entre otras acciones, haciendo posible transitar el camino hacia una educación superior en igualdad. En el #8M reconocemos y celebramos el compromiso de tantas mujeres universitarias con la igualdad, así como de los hombres que han hecho suya esa lucha.
Sin duda, es mucho lo recorrido, pero también es mucho lo que queda por recorrer. Desde Crue, como organismo que representa a la educación superior española, es nuestra labor perseverar en la tarea de construir un mundo más justo e igualitario, a través de la educación superior y la formación permanente. En este #8M no podemos olvidarnos de todas las niñas y mujeres que ven coartado su derecho a la educación y especialmente en estos momentos de las afganas e iraníes.
Por ello, nuestro compromiso es rotundo; una vez más, el 8 de marzo es una oportunidad para reforzar las políticas de igualdad de género en nuestras universidades y centros de investigación.