La presidenta de CRUE afirma que «los jóvenes creen en la Universidad como inversión de futuro y espacio de oportunidades»
Madrid, 21 de junio de 2024. Las universidades españolas atraen cada año a más estudiantes pese al descenso de la población joven, según la decimocuarta edición del informe «La universidad Española en Cifras», con datos del curso 2021-2022, presentado este viernes, 21 de junio, en la Biblioteca Nacional de España (BNE). Este documento constata que desde 2008 la población universitaria ha crecido un 18%, al tiempo que la población joven (18 a 28 años) se reducía un 20%. La preferencia por cursar estudios universitarios se ha incrementado 10 puntos porcentuales entre la población joven, pasando del 22% en 2008 al 32% en 2022.
La presidenta de la Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas y rectora de la Universitat Jaume I, Eva Alcón Soler, ha participado, junto con el secretario general de Universidades, Francisco García Pascual y la directora general de Santander Universidades, Susana García Espinel, en la presentación de la 14ª edición del informe La Universidad Española en Cifras. Tras la presentación del profesor Juan Julià Igual del trabajo realizado por José Antonio Pérez García (UPV) y Juan Hernández Armenteros (UJA), Alcón ha destacado durante su discurso que los jóvenes españoles «creen en la Universidad como inversión de futuro y espacio de oportunidades» y que por ello, «pese a al descenso de la población joven, los campus atraen cada año a más estudiantado».
La presidenta de CRUE ha afirmado que «no sobra ni un solo universitario» si se toma como referencia a los países de la UE, que siguen teniendo más población con estudios universitarios, y ha remarcado que la Universidad, «lejos de ser una fábrica de parados, genera más oportunidades de empleo para la juventud».
En cuanto a la investigación y la transferencia de conocimiento, Alcón ha subrayado que la producción científica española «triplica lo que le correspondería», atendiendo al peso de la economía española en el conjunto mundial, y que no hay «ningún problema» en la colaboración de la universidad española con las empresas. «Somos el tercer país en el que más I+D financiada por empresas ejecutan las universidades», ha aseverado la también rectora de la UJI.
Respecto a los desafíos que debe afrontar la universidad española, la presidenta de CRUE ha señalado la diferencia entre las preferencias de los estudiantes y los profesionales STEM que reclama el mercado laboral para afrontar la Cuarta Revolución Industrial. «Encontrar la clave de ese desajuste es tarea de todos, no solo de las universidades», ha advertido la presidenta de CRUE.
Un nuevo marco presupuestario
Alcón también ha llamado la atención sobre el hecho de que en 2026 acaben los Fondos Next Generation y la necesidad prioritaria de «establecer un marco presupuestario a medio y largo plazo que garantice el incremento del nivel de gasto en I+D» que se venía produciendo en los últimos años gracias a esta financiación europea.
Por último, ha recordado que para superar la brecha de financiación que separa al Sistema Universitario Español de Europa es imprescindible que se inyecten los recursos adicionales que marca la LOSU en su articulado y que se estiman en cerca de 4.000 millones. En este sentido, Alcón ha valorado la ratificación por parte del Gobierno y las comunidades autónomas de la puesta en marcha del Programa para la Incorporación de Talento Docente e Investigador a las Universidades Públicas Españolas y ha celebrado que se hayan impuesto «el diálogo y la responsabilidad institucional» en la pasada Conferencia General de Política.
- Principales conclusiones de «La Universidad Española en Cifras»
CRUE concibe el informe de La Universidad Española en Cifras como un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas con la sociedad. En el desarrollo de sus diez capítulos, este trabajo aborda cuestiones nucleares sobre el Sistema Universitario Español con el objetivo de aportar evidencias sobre la naturaleza de los resultados y los problemas estructurales y coyunturales que le afectan. Los tres capítulos finales recogen sintetizadas las condiciones financieras y productivas en las que las universidades españolas desarrollan su actividad.
En 2022, había en España un total de 1,7 millones de estudiantes universitarios. Desde 2008 la población universitaria ha crecido un 18%, al tiempo que la población joven (18 a 28 años) se reducía un 20%. La preferencia por cursar estudios universitarios se ha incrementado 10 puntos porcentuales entre la población joven, pasando del 22% en 2008 al 32% en 2022.
La población con estudios universitarios es todavía inferior en España en 5 puntos porcentuales a la de la UE para los jóvenes de 23 a 35 años y en más de 7 puntos porcentuales para la población de 25 a 64 años.
Nuestras tasas de finalización de los estudios de grado superaron en 4 puntos porcentuales los registrados por la media de los países de la OCDE. A pesar de que la mayoría de que nuestros grados tiene una duración de 4 años, nuestros estudiantes alcanzan esta titulación en una edad más temprana (24 años) que en la media de la UE y la OCDE (25 años); y en nuestro Sistema, el abandono más el cambio de los estudios transcurridos tres años después de la duración teórica de los estudios es del 29% frente al 35% de la media de la OCDE.
En el plano del empleo, entre 2014 y 2023, se han generado en España más de 3,6 millones de ocupados, de los que dos terceras partes (66%), más de 2,4 millones de empleos, fueron ocupados por personas con educación superior.
Actividad científica y de transferencia de conocimiento
En 2021, España destinaba a la I+D un 66% de los recursos medios de la UE a 27 y un 53% de los recursos medios de la OCDE, una distancia que, lejos de converger, se ha ido ampliando año tras año e incide de forma determinante en los niveles de excelencia científica y en la capacidad de innovación, del país y de sus universidades.
A pesar de que el gasto en I+D de España solo supone un 1% del gasto mundial, la producción científica española alcanza el 3,3% del total mundial. En ello participan las universidades españolas en más del 80%, con un crecimiento de su producción científica en la última década del 62% y manteniendo, como se ha detallado, un elevado nivel de calidad científica.
El Índice Normalizado de calidad de la actividad científica de España se sitúa en 2022 en un valor medio del 1,27, claramente por encima del valor normalizado mundial (1) y muy próximo a valores referenciales como los de Estados Unidos (1,31), Alemania (1,34) o Francia (1,26), países que en todos los casos superan ampliamente el gasto en I+D de España (1,43 % PIB) llegando a más que duplicarlo en el caso de Estados Unidos (3,46 % PIB) y Alemania (3,13 % PIB).
España gasta, para producir un artículo científico recogido en la base de datos científica SCOPUS, 200.000 $ USA por término medio, la quinta parte que Estados Unidos o Japón, la tercera parte que China o Alemania, y menos de la mitad que Francia.
De 24 países analizados, España es el antepenúltimo en gasto en I+D por universidad de investigación, sin embargo, sería el sexto en cuanto a número de universidades en el TOP 1000 del Ranking ARWU 2023. El 46% de las instituciones de educación superior españolas, 38 de 84, alcanzan el primer cuartil de las universidades de investigación del mundo, aunque no consigue que algunas de sus universidades destaquen entre las 100 o las 200 primeras del mundo.
Del conjunto de los países analizados con los mejores sistemas universitarios del mundo, España es el segundo país que menos gasto en I+D despliega y también el segundo que presenta un menor gasto en I+D financiado por sus empresas. Sin embargo, es el tercero en el que más inversión en I+D financiada por las empresas ejecutan las universidades. Estos datos revelan que no parece que haya una dificultad expresa entre empresas y universidades españolas para colaborar en la ejecución de I+D y que resulta materialmente imposible que ante la ausencia de demanda de I+D por las empresas, las universidades les transfirieran un conocimiento que estas piensan que no necesitan aplicar como parte de su estrategia de competitividad en los mercados.
Financiación y recursos
El desempeño de las universidades españolas se realiza con niveles de resultados contrastables y equiparables internacionalmente, aunque están enmarcadas en un contexto de infrafinanciación endémica de la universidad pública española, que supone el 82% de la actividad docente presencial y el 95% de la actividad de I+D+i del SUE.
Equiparar las condiciones de financiación pública del desempeño universitario de nuestro país con las de los sistemas universitarios europeos requeriría disponer de un importe de recursos adicionales cercano a los 4.000 millones de euros y permitiría competir en igualdad de condiciones con los sistemas universitarios de nuestro entorno.